lunes, 11 de noviembre de 2013

ALEBRIJES * DEL MITO AL DESFILE





ALEBRIJES MONUMENTALES: * Exhibición hasta el 24 de noviembre; Ciudad de México

Permanecerán al aíre libre: de la avenida Oaxaca hasta el Eje 1 Poniente Cuauhtémoc



Por.- Laura Viadas
                       

319 figuras de cartón, alambre y papel mache –incluso algunas con madera de copal, como lo aporta la tradición en Oaxaca-, pintadas con colores alegres y llamativos, lucen sus colmillos, lenguas largas, garras, picos, plumas, cuernos, tentáculos, y ojos de todos tamaños con motivo del séptimo Concurso y Desfile de Alebrijes Monumentales del Museo de Arte Popular (MAP).

Estos seres fantásticos tiene todos los elementos que la imaginación puede dar en una mixtura desde el sueño que del temor a la fascinación no distingue limite.


 Como parte de la estampa de México, se originan en 1936, con Don Pedro Linares  personaje a quien se atribuye la creación, así como del término mismo de “alebrije”.



El artesano se especializaba en la fabricación de piñatas, máscaras de carnaval y figuras de Judas de papel maché que vendía en el mercado La Merced hasta que un episodio cambió su existencia: cuenta la leyenda urbana que un día enfermo y no hubo médico ni curandero capaz de aliviarle, al parecer, por los síntomas, Don Pedro pudo padecer algún tipo de esquizofrenia y dado el momento empezó a pasar largas jornadas semi-inconciente. Del estado onírico regresaba gritando el nombre de sus alucinaciones y toda vez que pudo ser funcionalmente nuevamente empezó a construirlas.




Según el mito urbano, Don Pedro incluso “despertó en su propio velorio”, pero no estuvo dispuesto a irse pues quería que el mundo conociera a esos seres, mitad realidad, mitad fantasía y a eso dedicó el resto de su vida.

Se cuenta que un buen día el dueño de una galería de arte en Cuernavaca descubrió su trabajo y ello captó la atención de Diego Rivera y Frida Kahlo, quienes comenzaron a encargar la elaboración de “alebrijes” para sus colecciones personales

En 1975, la cineasta Judith Bronowski realizó un documental acerca de Linares, lo que ayudó a su proyección internacional.

Don Pedro recibió en 1990 el Premio Nacional de Ciencias y Artes en la categoría Artes y Tradiciones Populares, y dos años después murió, pero cumplió con su deseo de heredar la búsqueda de fantásticos seres para que nacieran de la psique de cada uno de los que pudieran darle forma.




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