Mi colega José
Antonio Sosa me llamó por la tarde de ayer para invitarme a una pequeña mesa de
discusión derivada del polémico caso de los ataques de perros en el Cerro de la
Estrella (Ciudad de México), le agradezco a él, y a Leopoldo Mendívil, por los
treinta agradables minutos de charla en “Formula Confidencial”.
Lamentablemente
como Don Leopoldo mencionó, una vez que estábamos agarrando bien el tema se terminó
el tiempo –el yugo de los minutos en radio-, por ello decidí dedicar este espacio
para vaciar algunas conclusiones que espero indiquen que mayormente, creo, se
trata de una cuestión de seguridad y
de implicación compartida en los
temas.
Ahora bien, si
dividimos por puntos la reflexión debo iniciar en el álgido esquema dela
polarización de la sociedad inmediata –que me preocupa de sobremanera-.
1)
POR FAVOR, MANEJO DE CRITERIO COMPAÑEROS
DEL GREMIO PERIODISTICO !!!
Sin mediar mayor
explicación –lo haré abajo-, el manejo de la información desde el principio ha
sido de una irresponsabilidad grave pues el entendido de un periodista es
‘velar’ por lo que impacta a la sociedad:
Si manejamos información
en la que le decimos a la gente que andan sueltos perros salvajes y hambrientos que no reparan en atacar humanos, lo primero que sucede
es que instamos al pánico por parte
de los pobladores mas cercanos, de
frente a eso, podemos esperar que empiecen a
matar perros como parte de una medida de seguridad interna, dicho así, ¿podríamos
culpar a los habitantes de los lugares cercanos al Cerro del Estrella por
pensar que tiene que defender a sus familias?, evidentemente , no, no podemos
culparlos. A esa escena agregamos un cierto porcentaje de la población que
piense que es una noticia fuera de
contexto y que los animales no tienen la culpa, en tal caso tendremos un pleito entre vecinos que puede acabar
mal. A la escena otro ingrediente: la autoridad que evitaría el pleito callejero
entre humanos, y la cereza del
pastel: una asociación de defensores de los derechos de los animales. El
resultado: una bomba a tiempo en lo social que puede convertirse un verdadero baño de sangre.
(Que
afortunadamente no sucedió y que esperemos no suceda, pero es un riesgo absurdo
que corrimos por no manejar un poco mas responsablemente la información)
2)
SANO JUCIO
Ahora, cualquiera
en su sano juicio -periodista o no periodista- no quiere ni un baño de sangre
humana ni una matanza animal.
Pero además de
irresponsable es de un simplista que no extraña que muchos estén indignados con
el tratamiento de la nota: Se manejó “los
asesinos” y después “los presuntos
asesinos” –parece que algún editor encontró que podía empatar el derecho de
estado humano al estado animal, lo cual un abogado refuta sin mayor problema,
ya a favor o ya en contra de los perros pues un animal no puede ser juzgado
como un ser humano ya que no responde al libre albedrio e igualmente un animal
no puede ser considerado como sujeto de derechos similares a los de un
ciudadano –.
Ahora los
animales han sido ‘detenidos’;
(perdón, pero se tendría que decir ‘capturados’) y se les ‘someterá a investigación’; (perdón nuevamente, ¿es en serio?).
Lo que procede es
hacer una evaluación del estado físico –es decir, checar si padecen de algo- y
evaluar su estado anímico, es decir, estar en observación para determinar si
han tenido contacto humano – ‘manejo’- y si
son aptos para ser puestos en adopción.( Pero siguiendo la línea de los
medios, tal vez mañana encontremos una
nota diciendo que se les revisa para saber si pueden ‘rehabilitarse’;
tratándolos como delincuentes humanos que pueden pasar por su readaptación social
-¡¿?!-)
3)
COMPRENSIBLE ACCION -LOGICA BUROCRATICA-
Ciertamente
podemos seguir un eje de pensamiento bastante lógico para el manejo de la
acción en el caso de las autoridades: había que responder rápidamente –aunque
no es igual rapidez a exactitud, ¿verdad?-.
Hay dos
situaciones que no debemos pasar por alto en cuanto a las autoridades, primero
no es una noticia que exista fauna
callejera, y hablando de perros las
campañas para favorecerles, ni son buenas ni son suficientes. Cada Delegación
tendría que implicarse en el tema, y en este caso, la zona del Cerro de la
Estrella es bastante conocido.
Por el otro lado está
la cuestión de seguridad, -y con
ello rindo respeto a los familiares de
los chicos asesinados, clamando que no se le de carpetazo al homicidio diciendo
que fueron los perros-, la verdad sobre la vigilancia en esta zona urbana queda
claramente delatada: existe una falta absoluta de seguridad en el área pues cualquiera que sea la
identidad del o los asesinos, los cuerpos fueron encontrados muchas horas
después y si fueron perros o si fueron
humanos: ¿nadie los vio ni los escuchó?.
Claro que es
comprensible la reacción de las autoridades –aunque yo me sigo preguntando, tristemente,
si tendría tan rápida respuesta el caso de no ser por el escándalo mediático
culpando a los canes-.
Ya que se nos
permite el beneficio de la duda, todos nosotros –y claro, los mas afectados:
los hermanos o padres de las victimas- debemos aceptar el cierre de una
investigación con la declaración de que “las autoridades descartan cualquier
motivo de violencia humana”: ¿Tenemos que aceptarlo así nada más?.
Y con lo anterior
me refiero no al cuestionamiento sobre las autoridades, si no a la manera en
que se espera que la gente creamos lo que se nos dice sin exigir. En México
existe un mínimo –pero existe- procedimiento forense para determinar las causas
de la muerte –que no puede ser, como anunciaron, por un desgarramiento de brazo
o unas mordidas en las piernas-. Sin
duda hubiera sido más brillante –y le hubiera dado voto de credibilidad- si los
encargados de la seguridad de Iztalapa hubieran dicho que se abría un
expediente simultaneo para tener dos
líneas de investigación, o tres o cuatro; pero no una, en la cual lo menos
importante parecen las vidas perdidas.
4)
COMPORTAMIENTO DE LOS PERROS
Tratando de ser
muy prudente ya que no soy especialista en el tema veterinario, solo expondré
un par de ideas que resultan más de la observación en la actividad de los
grupos de rescate animal:
a.- Los animales
atacan si se sienten amenazados.
b.- Los perros
bien alimentados y entrenados para ataque no responden a las fotografías de los
animales famélicos que han mostrado capturados.
c.- Aun
suponiendo que los animales -en lamentable estado físico- estuvieran
involucrados en los hechos, resulta que 8 de ellos con cachorros; por lo que no
tendrían tampoco fuerza para matar a un ser humano.
Con lo anterior
la parte inmediata es bastante clara para el punto de escepticismo colectivo de
frente al hecho tan lamentable.
Otro punto en el
cual los animales están involucrados y que les afectará –y perse no demuestra
nada- es la posible remoción de restos en sus estómagos y mandíbulas, y digo
que les afectara pues en tanto se trata de animales hambrientos y el
mordisquear un trozo de carne para ellos no tendría diferencia -el asunto es
que la comida es comida- entre una ardilla, una rata, o sí, por grotesco que
suene, la de un ser humano.
Por último en
este renglón, el tema de los perros como “Fauna Nociva” es para ponerlo en
distintos rubros ya que de verdad los antirrábicos están rebasados en su
función, y hace falta otro tipo de espacios. Con esto aclaro que si existe
trabajo bastante bien coordinado en algunos antirrábicos, con gente preparada y
responsable que sólo llega al sacrificio animal como última posibilidad, pero
también siempre he creído que cada vez que se busca el interés y los recursos
tanto estatales como federales para el asunto de la ‘fauna urbana’ la salida fácil es decir “ahí están los
antirrábicos”, y no es cierto, incluso los antirrábicos tampoco tienen recursos
suficientes. Así pues , necesitamos otro tipo de centros, con otra visión y
otra misión, lugares que tendríamos que tener para el cuidado de los animales
domésticos; y que trabajen vinculados.
Necesitamos la
cultura de adopción, la de esterilización y la de vacunación; pero no sólo en actos
aislados que se usen para sacar la nota, si no con un orden de correcta
proyección, y para ello, realmente los activistas tiene que ser llamados a
compartir experiencias, y tomados en cuenta para las decisiones.
·
FE DE ERRATAS PERIODISTICA
( Mi origen me
obliga) ----- El llamado a la verdad es muy complicado. Se trata de manejar un
tema de distintas formas y con distintos fondos. Insisto en repudiar la manera
en que se ha comportado el general periodístico en este tema, pero comentaré
algo en forma de disculpa, que espero explique y de igualmente ayude a
reflexionar:
Específicamente en
tanto que el manejo por parte de los medios se da con el tono de ‘alarma’, que tanto gusta a editores y
productores –lo digo, pues lo sé, de cierto-, la idea de mandar una nota con el
hallazgo del descubrimiento de cuatro cuerpos tiene ya poco impacto –si no hay
algún dato sobre narcotráfico, tráfico de personas o similares-; aunque la nota
‘crece’ si añadimos las mordidas de unos perros. Y la nota es prácticamente ‘
suculenta’ si se le añade ‘jauría salvaje’.
¿Cómo es que llegamos a ese nivel?, ¿Cuatro muertos no importan
realmente?
La respuesta a la
primera pregunta es un torcido gusto por las noticias de impacto y la segunda
respuesta es que sí importan, claro, aunque, no importan tanto como el ‘vender’
la nota.
En este tema como
en muchos otros, los medios no tiene toda la culpa y somos los habitantes los
que debemos presionar para que el desempeño sea mejor; ahí sí, se trata de una “responsabilidad compartida”, o de una “irresponsabilidad –igualmente- compartida”.
·
Y
EN LO SOCIAL UN ÚLTIMO COMENTARIO
No cerraré esta
nota sin decir que me resulta que me intriga que en Face Book se han dedicado
tantos comentarios en distintos tonos.
No diré que me
opongo a la ironía propiamente de nuestra sangre México-jacarandosa, es mas, yo
misma mencioné al aire en el programa de “Formula Confidencial” -al que como al
principio mencioné, fui invitada-, que leyendo las notas el día de hoy encontré
un párrafo que decía que ‘los 25 perros detenidos serian sometidos a
investigación’ y no pude evitar pensar “¿Qué será que los van a interrogar?” y
lo peor es que me imagine a estos hermanos caninos en una sala de interrogación;
pero bueno, así funciona nuestra ironía
para salvaguárdanos –creo yo-, de la incoherencia permanente en la que vivimos.
Por otro lado,
que me parece más importante; lo medular:
La razón de tantas burlas
que en los medios electrónicos y las
comunidades virtuales tiene siempre el derrotero de lo casi ‘poco posible’, por
mucho que se esfuercen en hacérnoslo creer…
Y ya que resulta un tanto
complicado ser juez y parte - prensa delatada órgano ‘encubridor’ o ya de menos ‘embaucador-’, me
permito liberarme del título de periodista y
de mi compromiso personal con el tema de los animales para quedar en
calidad de ser humano, de habitante de este país:
Entonces lo que me temo es que quede el hecho entre la broma y la mediana indignación
del público en general: un público que es capaz de recordar que en este país
una mujer se puede suicidar dándose de puñaladas por la espalda o una niña
puede estar muerta y con un aparato masivo de búsqueda pasen días sin que nadie
la encuentre debajo de un colchón…,… ¿ Ahí quedará la cuestión de cuatro seres
humanos asesinados y la culpa fácil
contra perros capturados? …,…¿ Quedará, pues,
como otra bochornosa anécdota del epistolado nacional?
( Todo esta
reflexión se la dedico a los activista que verdaderamente pasan sus días en el
empeño para mejorar la calidad de vida de cualquier animal, a los que van creando
su propia esfera de concientización y a mis colegas Yndiana Montes y Kenny
Penman, ambas humanistas que siguieron atentas la mesa de radio en la que
participé )